viernes, 19 de febrero de 2010

Despedida a La Moderna Poesía

Para mi tía
Hace unos días tratando de encontrar información sobre la ciudad de Cárdenas rastreé varios lugares de la red en busca de libros, mapas o cualquier otra referencia. Di con varios sitios cubanos y pensé que podría topar con la venta en línea de La Moderna Poesía, la conocida librería de Miami, un símbolo de la herencia cultural cubana y la literatura en español. Fue inútil. Para mi sorpresa hoy, leyendo los diarios en la mañana, una de las noticias que corría en la ciudad de Miami era su inmediato cierre para el próximo fin de semana.

Cuando era pequeña mi tía y mi abuela me llevaban “a pasear a La Habana”, que significaba “ir de tiendas” a la parte más vieja de la ciudad (con nuestra libreta de cupones a cuestas) y siempre me dejaban entrar a disfrutar un rato en la antigua librería que aún conservaba su nombre, a pesar de que su dueño ya hacía años se había marchado de Cuba. Este dato lo sabía pues mi tía, siempre en voz bien baja, me comentaba “lo que fue esta librería y lo que es ahora…del día a la noche”. Pero yo no conocí la otra. Cuando cruzábamos el parque y nos encaminábamos hacia la entrada de la calle Obispo ya solo me imaginaba entrando por esa majestuosa puerta siempre abierta con sus paredes de piedra clara( y sucias, claro). Si a esas alturas ya no era “ni la sombra de lo que fue” con el pasar de los años su deterioro fue más que evidente. Era un cascarón vacío, estantes desocupados, empleados ociosos, suciedad, y tristeza. No retengo exactamente que pasó, pero si tengo el vago recuerdo, cuando estudiaba en la Universidad y me acerqué alguna vez por esas calles de la ciudad haber visto la librería cerrada y un montón de piedras y escombros frente a su bello portón. Quizás lo soñé.

La primera vez que visitamos Miami por supuesto nos fuimos a caminar por la calle Ocho y entramos a La Moderna Poesía, la que por derecho propio su dueña conservaba el nombre original devenido de su herencia familiar, su tío el señor José Antonio López Serrano, dueño de la Librería en la Habana y que aunque no sabía yo su nombre de niña, ya mi tía me había contado que “el dueño de la librería también era el dueño del edificio ese alto del Vedado, y su padre se mató de un tiro por algo de un dinero”. Me sentí feliz cuando entré a este local, que aunque no tenía la majestuosidad de aquel edificio de Obispo número 257 esquina a Bernaza, me hizo sentir bienvenida y llena de nostalgia. Nos tomamos una fotografía en su entrada donde relucía su nombre en caracteres orgullosos y se la mandamos a mi tía en la Habana.

En el año 2008 visité otra vez la Moderna Poesía de La Habana, según mi tía, renovada y remodelada. Aquello daba pena, no solo por la pobreza de ejemplares sino porque casi todos los ejemplares eran obras de Nicolás Guillén y del “Guerrillero Heroico”, algunos sobre cocina y de varios autores jóvenes, pero obras de otros escritores extraordinarios cubanos brillaban por su ausencia: Virgilio Piñeira, Reynaldo Arenas, Padura, Zoe Valdés, y tantos más. Brillaba por su ausencia la variedad, la opinión diferente, la vida fuera de la isla.

Para los cubanos amantes de los libros que conocieron los días espléndidos de una de las mejores librerías de la Habana y llegaron a Miami a rehacer su vida, La Moderna Poesía de la calle Ocho representó un encuentro con uno de los queridos rincones de su ciudad, con sus raíces culturales. Para los que vivimos en la isla la mayor parte de la "época revolucionaria" solo nos quedan las historias de los abuelos y el viejo cascarón habanero que fue en otro tiempo la cara del boulevard de Obispo con su elegancia y lucimiento.

Nuestro agradecimiento a la librería la Moderna Poesía de Miami y a su dueña Magdalena Álvarez y su familia por sus más de 100 años de servicios a tantas generaciones de cubanos y latinoamericanos.

Para la noticia: http://www.elnuevoherald.com/noticias/ultimas-noticias/story/656096.html

2 comentarios:

  1. Hola, vengo del blog de Aguaya, nunca he estado en Miami, vivo en España, y no sabía que había una Moderna Poesía allá, aunque no me extraña, mi padre que sí vivió en ésa durante un tiempo me contaba que se podían encontrar casi todas las tiendas que habían en La Habana.
    Afortunadamente, yo sí conocí el tiempo de esplendor de la librería de La Habana, aunque con el tiempo que ha pasado ya es sólo un vago recuerdo, como tantas otras cosas, pero mi madre iba ahí todos los años a comprarnos los libros para el colegio, también recuerdo ir a buscar algún que otro libro cuando estudiaba en el Insituto de la Víbora. Yo nunca he vuelto a Cuba y hace 40 años que falto de allá, pero cuando veo las fotos de cómo está la ciudad en que nací y pasé mi niñez y primera juventud me da mucha tristeza.
    Un saludo,

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  2. Lola:
    No puedo imaginar lo que significan 40 años sin volver. Yo solo llevo fuera 9 años, y he podido ya regresar 3 veces, desgraciadamente por las razones que ya he contado por aquí, tuve que demorar 3 años para volver a ver a mi abuela. He visitado tu Blog, he visto la foto de tu mamá, y no he necesitado ni una palabra más. Lo siento mucho. Por eso y otros tantos lazos, cuando leí la noticia de la Moderna Poesía sentí que como yo, a otros muchos cubanos seguramente les asomaron sus nostalgias y recuerdos, sobre todo de la mano de sus padres. Todas las fotos que tengo aqui las he tomado yo cuando he ido, tengo mas de esto que de la propia familia, no puedo parar de hacer click, mis ojos se llenan de asombro ante tanta decandencia, mientras se cacarean no se cuantas otras cosas...
    Gracias por tu comentario. Nos vemos por acá.

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