jueves, 4 de marzo de 2010

La música que heredé en casa

Hace unos días y a raíz de las noticias sobre la presentación de Omara Portuondo en New York, la cancelación de su concierto en Miami, y toda la polémica creada alrededor de esto, muchos recuerdos regresaron a mi. Cuando era pequeña, solía escuchar música en el viejo Phillips, armatoste color crema-amarillo pálido, que a veces también servía de mesa de esquina o estante, en la terraza de la casa, mientras mi abuela trajinaba sin parar arrastrando sus pies desde el garaje a la cocina y de la cocina al patio y del patio a la puerta. Me sentaba en un rincón entre los dos sillones cerca del mueble de hierro que portaba los discos, organizaba cuáles canciones y de qué discos oiría, en qué orden y qué atuendo del closet de mi tía y mi abuela sería el propicio para usar. Cuando dejé de disfrazarme para la ocasión, seguía derrumbándome en el piso, con libreta o diarios en mano para escuchar a Omara, Elena, y Moraima, Beatriz Márquez, Gina León y los Galantes, Sara Montiel …”alza pa’rriba polichinela, cata catapun, cata pun, catapuuun…como los muñecos en el pim-pam-pum..”, Los Panchos, Orlando Contreras, Fernando Álvarez, Nelson Ned, Barry Manilow y mi siempre querido Richard Clayderman, ante las caras atónitas de mis amigas que no entendían como a mi edad (hacía esto desde los 5 o 6 años y hasta la juventud, mientras el viejo tocadiscos sobrevivió y luego cuando fue sustituido por un Sony traído de cierto lugar por algún amigo de mi padre), y en plena moda del rock duro y las canciones de Roberto Carlos a la hora del besuqueo en las fiestas, podía yo saber sobre toda esa música de viejos. Me gustaba mucho Roberto Carlos, Camilo Sesto, y Julio Iglesias, pero nada escuchaba yo con tanto deleite como Escandalo por Tejedor y Luis, o Amigo de qué, por Orlando Contreras. Y qué decir de Omara cantando  Veinte años de María Teresa Vera o “La era esta pariendo un corazón” de Silvio Rodríguez. Si, era raro pero era lo que había en mi casa, y lo que escuchaban mami y tía. A veces, cuando no estaba en casa mi papá, podía oír en su grabadora portátil aquellos casetes TDK donde grababa los programas radiales “Oiga” con Manolo Ribeiro de conductor (al que nunca le conocí la cara) y poemas recitados por el actor cubano Mario Limonta el hombre de la voz inconfundible, mientras en la sección “Algo para recordar” disfrutaba con Charles Aznavour y su "Venecia sin ti" o  Nicola di Bari con “Como violetas”. Raro, raro para la época y mi edad, pero me encantaba. Y todas esas canciones y esos recuerdos son también los lazos que quedan de la infancia, los lazos que nos hicieron ser lo que somos hoy.
No sé que piense la gente de Miami, no sé si es política o ideológicamente correcto, pero creo que yo estaría en una encrucijada, si alguno de todos esos artistas, los vivos, claro, los cubanos, vinieran a mi ciudad a ofrecernos un concierto. Creo, que sentarme allí, con mi familia, compartir con ellos estos recuerdos, sería una satisfacción que me deleitaría por estos días. Con estos títulos y estos nombres les invito a que si tiene tiempo busquen algunos videos en Youtube, algunos hay. Aquí les dejo (a la izquierda) una de mis canciones favoritas de estas tres grandes de la canción cubana: Amigas.

2 comentarios:

  1. Que recuerdos bonitos, yo tambien recuerdo esa musica.

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  2. En la época del twist y cuando aún se podía escuchar música extranjera en la radio, mi amiga y yo que éramos muy modernas y minifalderas, reconocíamos, en secreto, que éramos grandes admiradoras del Benny. Oh! vida,
    Santa Isabel, Cómo fue, etc.

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