lunes, 10 de enero de 2011

Los juguetes que traían mis Reyes…



Increíblemente, despues de tanto tiempo,  al escuchar a mis amigos españoles hablar sobre el día de Reyes recordé mi oriunda tradición de repartición de juguetes pero por los reyes Castro. El gobierno cambió el día de los Reyes Magos por una distribución súper fiscalizada (aunque no exenta de traquimañas, tejemanejes y contubernios) de juguetes socialistas una vez al año. Igualdad, equidad, falsa conformidad. Reubicó (según le parecía a la gente de antes)  la repartición al mes de Julio así nos creíamos que al terminar el curso escolar recogeríamos el fruto de nuestro esfuerzo. La venta duraba seis días, pero el proceso comenzaba unas semanas antes cuando llenos de incertidumbre todos los niños del barrio andábamos a la espera de recibir a través de “la libreta de la bodega” (de racionamiento) la noticia del día y número del turno que nos había tocado. Tenía mala suerte, siempre me tocaba cuarto, quinto o sexto día.  Nunca pude entender en que se basaba el sorteo o la repartición pues tenía algunos amigos cuya suerte les confirió siempre los primeros días y los primeros números. Esto era muy importante pues solo  podíamos comprar tres juguetes: el básico, el no básico y el dirigido. ¡Vaya usted a saber en qué se basaba aquella nomenclatura! Pero el básico era el mejor, el grande, el “dicen que hay muy poquitos”, era la bicicleta, o la muñeca más grandecita de pelo largo, o los patines, o la casita de juguetes plásticos de tres pisos, y la carriola y el cochecito…Los otros eran cositas pequeñas: “las cuquitas”, un juego de yaquis, una pelota de playa, una cajita de bolas (canicas)…
Un día por fin tuve mi casita plástica de tres pisos con todas sus habitaciones y sus muñequitos bolos (rusitos) que solo tenían cabeza pero la casa tenía un elevador que subíamos y bajamos con un hilo de pita desde el techo. Yo adoraba aquel juguete. Mi tía consiguió el turno del primer día comprándoselo a “la tía Felicia” que criaba a cinco sobrinos y pasaba muchísima necesidad. No solo le dio el dinero, sino le pagó la luz del mes y le sacó los “mandados de la bodega”. Como todas las ironías de la vida una de sus negritas era mi mejor amiga  y nunca supimos nada del trueque hasta que mi tía nos lo contó cuando ambas ya teníamos hijos y aun la casita de tres pisos se podía encontrar llena de polvo, sin elevador ni techo en un rincón del garaje. Un día también, como todas las cosas de mi país, sin más aviso ni glorias se acabaron los “juguetes por la bodega”. Los días esperados de Julio se esfumaron junto con tantas cosas. No recuerdo que pasó, pero posiblemente nos hicieron entender cuan privilegiados éramos con respecto a los niños de África, de Haití, y de tantos lugares donde el sufrimiento era la comida del día. Y entonces callamos, bajamos la mirada y seguimos camino hacia adelante, hacia el futuro que era “el futuro del hombre nuevo”.
Y bueno, dejémoslo ahí, que solo quería contarles sobre nuestro día de Reyes allá en los meses de Julio en el calor de la tierra mas “hermosa que ojos humanos hayan visto” y de lo que eran capaces de hacer los padres cubanos para “forrajear” un turno de los primeros días…para a pesar de todo, hacernos felices, porque lo éramos… y hoy se los cuento porque a veces todo se enmaraña, se confunde y no quiero que se me desperdiguen estos recuerdos…quiero quedarme pegadita a ellos como hacía con mi nariz contra la vidriera del “ten cent “ de La Copa mientras soñaba cual juguete de aquellos alcanzaría para mi…







5 comentarios:

  1. Jo.
    Me dejas mudo con estos posts.
    Me da mucha pena.

    Besos.

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  2. Aquellos Reyes antes como ahora traían hasta la felicidad racionada ya en su día...
    Besos, Fermina.
    Y sigue trayéndonos todos estos tus recuerdos que te agradezco que compartas con nosotros.

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  3. Hola Fermina, recuerdo cuando el Día de Reyes pasó a llamarse Día de los niños, había que quitar toda connotación religiosa, aunque no recuerdo que explicación peregrina habrán dado. Pero si recuerdo, por lo absurda, una carta de unos supuestos padres que apareció en el periódico que decía que sus hijos de 25 y 27 años no sabían que los Reyes eran los padres y que cómo se lo iban a decir, era una mentira tan burda y estúpida que no se cómo no tuvieron vergüenza de poner una cosa así.

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  4. No recordaba que los habían cambiado de fecha, para julio, cierto que era así, en mi casa el sufrimiento era doble pues mi viejo organizaba el sorteo, o al menos era parte importante de el, no me sirvió de mucho pues igual me pasó como a ti, usualmente iba a parar a los últimos dias, recuerdo que se hacía en el cine del pueblo o en la casa de cultura, que tenía un salon enorme para bailes. En fin, recuerdos, sin ellos no podemos entender quienes somos ni donde estamos. Un abrazo.

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  5. Hola alfuien sabe si por internet se encuentran estos juguetes? Gracias

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