miércoles, 13 de enero de 2010

En Haití ...

Ayer le faltaban las imágenes a las noticias, hoy las imágenes superan toda referencia o crónica posible, superan todas las palabras. Los números aun no son definitivos, pero la fatalidad ya define esa tierra en numerosos años por venir. Desde la mesa donde está mi computadora y mientras escribo cualquier cosa trivial…ay amor mío que terriblemente absurdo es estar vivo… siento que no es posible acercarse más al dolor, la desesperación, la impotencia. Solo los que están allí del otro lado de mi pantalla le han dado forma y contenido a los mensajes. Cuando creas que la vida te ha causado un tropezón tras otro, que el dinero no alcanzó para todo lo que queríamos este mes, que los problemas con tu pareja llegaron a su término, que los muchachos están dando más guerra en estos días de locura adolescente, o todas esas cosas que nos estresan y nos hacen tomar unas tabletas de Advil, solo mírate al espejo y sonríe. Sonríe y disfruta tu día, pues tu rostro no tiene los colores del padecimiento, ni tu cuerpo lo cubre el polvo asfixiante del desastre, ni miras a tu lado y ves lo irremediable. Retribuye tu suerte, y haz todo lo que puedas para sosegar las lágrimas de los demás.

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