jueves, 2 de junio de 2011

Junio

                                                                      Post Card from June
La halló en la gaveta de la mesa de noche, donde velamos la soledad al alcance de la mano cuando los espejismos o el llanto se nos cosen a las sábanas. Una añeja tarjeta amarillenta, una voz sepia adolorida. Nada en su anchura tenía ya sentido, sus letras eran un cayo en su corazón, una islita sin bordes, cientos de piedritas de ese rio que había escurrido durante los últimos veinte años y cuyo sabor de grieta nunca volvió a ser una presencia. No necesitaba abrirla para escuchar la cuita de aquellas grafías desasidas, claves cariñosas, signos de magia.
There is no place for my tears. Not anymore.
I know there will be, always, a rest for me in your heart, silent, warm, resolute. I am this voice breathing at your side, close your eyes and hold my face in your hands, kiss me. Kiss me like the first time in our lives. I can see your smile sometimes your melancholy. I still can see you. Sing to me, talk to me, and be in this world for that day when this madness will be just an old post card.
Everything in this life could be destroyed but one thing.
Memories.
Y no la abrió. La sostuvo por unos segundos y pensó otra vez en lo mismo. No había llegado ese día en veinte años. No llegaría en veinte años más. Pasos conocidos le devolvieron la cordura y hurgó entre su ropa interior para envolver otra vez aquel viejo cartón descolorido. Eso era su alma, un viejo cartón pálido sobre el que una vez, una ola vencida, dibujo un amor. Para esta felicidad no necesitó su alma ni sus espíritus ni sus aguaceros de ciudad. Para esta felicidad se compró postales nuevas con claros, y tenues tonos y las despachó cada Junio a volandas sobre el mar.
I will always miss you. How can I still love you?
I cannot sing and talk to you anymore.
I cannot see you I lost your face between my hands. There is not a day in my life without that thought “this is the day when my sadness will be an old post card”.
The wave’s sounds are coming back to me.
Time could destroy many things but one: the first kiss of our life.

No confundamos el olvido. No todo silencio lo define.
June.

(Foto tomada de internet. Costa oeste, Habana)

5 comentarios:

  1. El olvido tiene un perfume que el silencio no cubre por muchos aromas con los que se disfrace.
    Tal vez de haberla leído, tal vez...
    Sí, junio siempre sabe a recuerdos y viejas postales... llega el verano y todo se cubre de mar y de lejanías.
    Besos, Fermina.

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  2. FErmina, curioso, di con una carta vieja también, hace dos días. Reconocí el trazo, el estilo y me di cuenta que hace más de diez años se fue a pelos. Hay recuerdos que cabalgan desbocados y uno los deja ir, aunque pareciera quedar el pecho sin resuello

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  3. No sé que me ha ocurrido pero en poco tiempo he huido del pasado para siempre.
    Antes me envolvía en él, en su melancolía, en la nostalgia....
    De repente me escapé.
    Y no pienso volver.

    Estoy mucho mejor.

    Besos.

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  4. Que manera tan bella de abordar los recuerdos. Yo me la paso intentando escapar de ellos, intentando darle sentido al presente de manera que los recuerdos solo sean eso: recuerdos.
    Un abrazo, siempre es un placer pasar por aquí.

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  5. Una bella foto para una bellisima prosa.

    Gracias por asomarte a mi rincón y darme tu mano.

    Un abrazo.

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