miércoles, 5 de mayo de 2010

Carlos Valera y aquellos dias en la Habana...

Carlos Varela está en Miami. En aquellos días de finales de 1997 y principios de 1998, en aquel concierto en el Teatro Karl Marx de la Habana durante el estreno de Lucas y Lucia yo no hubiera imaginado jamás que esto pudiera pasar. Que él hubiera salido de Cuba y compartiera su canción contestataria quizás sí. Pero que viniera a Miami, a cantar en Miami y regresar a la isla, sobre todo después del tono casi moderado y pálido que se le ha notado en los últimos años, no, no lo hubiera creído. Pero ahí está. Pisando suelo de Miami y dando muestras de acertadas opiniones frente a la prensa. Lo miro y el recuerdo de aquellos días se parece a los aguaceros, moja y refresca, suavizando las nostalgias. Tenía yo una barriga de siete u ocho meses aquella última vez que fuimos mi esposo y yo (y nuestro hijo) al concierto. Uno de aquellos amigos ya llamó desde Miami para decirnos que debíamos ir. Los demás no están ni cerca. En el teatro en cada punta de las filas había un “seguroso”, un policía. Daban palmadas arrítmicas y no se sabían ni dos palabras de las canciones. Pero a nadie le importaba. Esa vez fue Lucas y Lucía la que nos hacia delirar. La vez anterior fue  El leñador sin bosque . Aquello fue frenético. Era el único lugar, el único momento en que podíamos gritar a nuestra manera el deseo de la Libertad. Nuestros padres quedaban en casa preocupados. Han pasado muchos años y muchos aguaceros. La primera vez que lo escuché cantar a finales de los años 80 fue en el garaje de mi casa en una “actividad” para la  Federación de Mujeres Cubanas, cuando apenas era un joven estudiante de  actuación en el  ISA. Su “Flor de Loto" y algunas de Silvio fueron sus trovas. La última vezque lo vimos (mi esposo y yo) en vivo fue aquel día de 1998. Para nuestra generación fue un símbolo de rebeldía, una expresión de inconformidad, una bandera de temeridad, la compañía perfecta para los sábados apagados y horribles. Luego las cosas cambiaron un poco. ( Les recomiendo esta entrevista en Cuba). O quizás los que nos fuimos creímos que cambiaron un poco. No sé por qué. Será porque cambiamos cuando vamos para viejos, será porque nos cansamos de chocar contra las paredes, porque nuestras perspectivas desde la verdadera libertad es diferente, será solo porque sí. Y yo no soy nadie para cuestionar. Pero fui su fan, parte de nuestra vida de jóvenes, de nuestros recuerdos de pareja, de nuestras reuniones a guitarra y "chispa 'e tren" , de las grandes decisiones tomadas, tuvieron savia y terreno con su música de fondo.

Pero aquí están algunas partes de la entrevista. Y creo que vuelve a hacernos sentir acompañados. Juzguen ustedes mismos. Y opinen lo que quieran que por suerte aquí si podemos decir lo que pensamos.



1 comentario:

  1. "Aquello fue frenético. Era el único lugar, el único momento en que podíamos gritar a nuestra manera el deseo de la Libertad"
    Me interesa mucho tu públicación y respecto a la frase transcribida .. es algo hermoso que en dichos momentos y con dichas personas uno se sienta libre y poder gritar lo que otros solo callan . SALUDOS GRANDES!

    ResponderEliminar